La distracción mata el aprendizaje, Este principio incuestionable nos aplica como colectivo, no paliar el déficit de atención colectivo tiene desde luego consecuencias desastrosas para la sociedad.
Hacemos grandes esfuerzos para resolver el
déficit de atención en niños, fundamentalmente orientados a evitar el fracaso
escolar, pero no reconocemos el problema colectivo, ni tenemos neurocientíficos
que nos indiquen que parte del cerebro colectivo no funciona o que
neurotransmisor es deficitario de manera que podamos remediarlo.Daniel Goleman afirma que la atención regula las emociones, sumidos en este profundo déficit de atención colectivo, la regulación de las “emociones sociales” hace que cada vez suframos más frecuentes secuestros emocionales y sea la amígdala del cerebro social la que trabaje en vez del neocórtex.
A mí esto me preocupa porque las técnicas de distracción en las que nos sumergimos son cada vez más sofisticadas, por lo que llegar a la atención colectiva es cada vez más difícil. La infoxicación potenciada por la tecnología, el ritmo de vida frenético hace que cada vez vivamos más distraídos.
El déficit de atención y sus consecuencias en la falta de aprendizaje a nivel colectivo hacen que nos volvamos tolerantes o no tengamos una perspectiva clara ante muchas cosas grandes y pequeñas (a veces graves) que afectan a la grupos más o menos grandes de individuos. Desde los grandes temas como la desigualdad social, la crisis económica, a temas a pequeña escala que colectivamente no aprendamos a manejar.
…Eso es verdad, el problema es grande y tenemos muchas cosas en las que pensar, pero tirando de optimismo pienso que…a camino largo pasos pequeños.
¿Dónde estoy? ¿Qué tipo de neurona soy yo? ¿Cuáles son las redes en las que mejor encajo?
Las respuestas a esas preguntas son personales e intransferibles ya que no hay patrón común. El único punto en común es que no podemos llegar a ninguna de esas respuestas sin superar nuestro déficit de atención.
Debemos tomar una perspectiva desde la atención de nuestros pensamientos y nuestras emociones y de ahí concluiremos que es importante en cada uno de nuestros círculos, el personal, la familia, los amigos, el trabajo, el vecindario, el país… estaremos así presentes.
En resumen si como individuos somos capaces de tener una perspectiva diferente respecto a nuestras emociones y pensamientos desde la atención plena, estaremos mejor preparados para contribuir superar el déficit de atención colectivo.
En Septiembre del año pasado ocurrieron dos eventos en mi vida que me hicieron reflexionar. Por un lado comenzaba un año de Master de Dirección y gestión en el Instituto de Empresa y a la vez tuve la ocasión de participar en un curso a cerca de la conciencia donde uno de los temas principales era la meditación. El ying y el yang en mi vida... el salvaje mundo de la empresa y las finanzas frente a la meditación y conciencia de uno mismo.
Algo más de un año después, tras seguir inmersa en el "salvaje" mundo empresarial y practicar la meditación a diario he llegado a la conclusión de que los “salvajes mundos” en los que nos movemos están compuestos de individuos y que sólo siendo mejores individuos los ámbitos colectivos serán mejores.
Y lo mejor…esto no está reñido con los objetivos empresariales ya que las empresas con los mejores individuos serán las que serán capaces de desarrollar más capacidades colectivas como la creatividad, el aprendizaje, la flexibilidad, la conexión, la resiliencia que son capacidades clave para el éxito.
Os dejo este video de Andy Puddicombe: "Basta con 10 minutos de conciencia" que es muy esclarecedor en cuanto a que es la meditación y los beneficios de practicarla para llegar a la atención plena.
Voy a comenzar a leer Focus de Daniel Goleman que recomienda entrenar el músculo de la atención ... os contaré
